Hace algunos días se conoció el borrador de lo que será el “Nuevo Acuerdo Federal Minero”. Si bien no cambia demasiado el panorama que conocemos, está claro que este pacto reafirma lo ya hecho con la firme convicción de profundizarlo, yendo a por más, pidiendo a gritos que las “inversiones mineras” se multipliquen. A comienzos de la década del 90 se puso en marcha el denominado Plan de Desarrollo Minero. Un análisis del sector realizado por el Banco Mundial en 1993 indicaba que la minería, en Argentina, contribuía con menos del 0,5% del PBI y alrededor del 1% de las exportaciones, la mayoría de los emprendimientos correspondía a operaciones no metálicas a cargo de alrededor de 400 pequeñas empresas. En ese año se celebró el primer acuerdo federal (ratificado por la ley 24.228) por el que las provincias y la nación resignaron varios derechos tributarios y flexibilizaron la legislación para allanar el camino de las inversiones privadas transnacionales. Un paquete de leyes y normas complementarias, incluido un acuerdo con Chile, hicieron el resto y la minería metalífera a cielo abierto, a gran escala, se afincó en nuestro país. Este “Nuevo Acuerdo”, que responde como el anterior a las necesidades de las empresas, no trae mayores sorpresas y a pesar de utilizar los términos “gestión ambiental”, “desarrollo local” y “transparencia” es MAS de lo mismo, con la impronta de la buena imagen. Es un borrador, por lo que su texto puede variar, pero queremos resaltar algunos párrafos de sus contenidos: - Los gobernadores siguen sosteniendo que la actividad minera “tiene el potencial de contribuir a un país más justo, igualitario y federal permitiendo a sus habitantes el pleno desarrollo en el lugar en el que han nacido o elegido vivir”. Las poblaciones cordilleranas ya nos hicieron conocer los conflictos e injusticias, y la devastación que entraña la mega minería metalífera, por lo que ésa afirmación resulta patética. - Para superar esa conflictividad y “mala fama” se hace un fuerte hincapié en mejorar las relaciones de la comunidad con la empresa. De hecho, hasta cuando se habla del desarrollo local, se propone la creación de un programa que articule y genere “sinergias” entre ambos. Incluso se propone promover el ingreso de la minería en la comunidad educativa, para lograr la incorporación, dentro de la currícula de los niveles primario y secundario, de contenidos sobre la temática minera. - Si bien hay ítems dedicados al empleo y proveedores locales, no se generan obligaciones para las empresas, sólo se alude a medidas para “hacer atractivo” contrataciones de ese tipo. (Nada más atractivo que sueldos y precios bajos). - Como novedoso, dentro de los puntos del acuerdo se menciona la interrelación y complementariedad de los sectores agroindustriales y minero, proponiendo, por ejemplo, la promoción “de las condiciones necesarias para la producción de minerales de uso agrícola con el objeto de contribuir al mantenimiento de la sostenibilidad del sector agroindustrial. - Para colaborar, aún más, desde los estados con el sector, se prevé la posibilidad de planificar y financiar obras de infraestructura para el desarrollo minero. - Se conserva el tope del 3% para las regalías que perciban las provincias, sólo que ya no se calculará sobre el valor del “mineral boca mina”, tal como lo establece el actual artículo 22 de la ley 24.196, sino que se propone hacerlo sobre el importe total de los ingresos brutos devengados por todo concepto derivados de la comercialización de las sustancias minerales extraídas, y sin deducción de suma alguna. - Se dedica un acápite a la transparencia de la información que genera el sector, con las posibilidades de restringir la “comercialmente valiosa” y hasta de percibir una compensación (por parte de la provincia) en caso de brindarla. - Y dos cuestiones que dejan más que clara la voluntad de avanzar en temas que las organizaciones y comunidades rechazan: * Se crea una MESA DEL LITIO, integrada por las Provincias de Catamarca, Jujuy y Salta, junto con la Nación, tendiente a generar, en forma consensuada, los protocolos de estudio, exploración y desarrollo del litio de salares. * Y por último, el borrador incluye, entre las medidas que hacen a la gestión ambiental minera la de: “ m) Fortalecer el ejercicio del poder de policía provincial respecto de las actividades a ser desarrolladas en zonas que incluyan glaciares y ambiente periglacial, mediante instrumentos de control y fiscalización, la evaluación de impacto ambiental, evaluación ambiental estratégica y auditorías ambientales”. La ley de glaciares, absolutamente vigente en todo el país, prohíbe la minería en esas zonas. Este párrafo expresa impunemente que se acuerda violar la ley de glaciares. No hay que fortalecer los controles en zona de glaciares, no es necesario porque, sencillamente, allí no debe haber minería. Adjuntamos el borrador del “Nuevo Acuerdo Federal Minero”, convencidos de que es tarea de todos conocer y defender nuestros bienes y nuestro suelo. Andrea Burucua.
2017